Si algo caracteriza la correspondencia como género literario es que incide directamente en la privada de sus lectores. Sea ficticio o real el destinatario de las cartas, sea la correspondencia creación literaria o filosófica o simple y puramente el documento escrito de una relación efectiva entre individuos, es una y otra vez la confidencialidad en uno u otro grado lo que modela su lenguaje. Y en ocasiones, como en la correspondencia del pintor Vincent van Gogh, la elocuencia soberana y la apasionada sinceridad de quien las escribe hacen difícil que quien las lee pueda resistirse a su penetrante influjo.
El educador de museo. Formación y reconocimiento de una profesión.
En las últimas décadas, hemos asistido a una transformación llamativa de los museos que cabe analizar desde distintos condicionantes, entre los cuales destaca sin duda, la importancia que crecientemente han adquirido las cuestiones relacionadas con su dimensión educativa.
Sea en las grandes pinacotecas, casas-museo, museos de arqueología, o de arte contemporáneo, sobre los programas educativos recae hoy la responsabilidad principal en la comunicación productiva entre las colecciones, y un público no necesariamente experto que las visita y frecuenta. La acción educativa es el vehículo mismo de la proyección social de los museos. Ha crecido mucho la demanda de guías didácticas, audioguías, visitas comentadas, recursos de interpretación, propuestas de itinerarios y, en sentido lato, del apoyo de una oferta pedagógica que pueda servir al acercamiento entre colecciones y públicos, también, por supuesto, cuando el objeto de la visita las son exposiciones temporales. Las exigencias de calidad en este campo son ya notables y serán cada vez más altas.
Textos y contextos en la museología
Javier Arnaldo
No es exacto hablar de las obras de arte como textos de lenguaje visual, pero es un símil que nos vale para aludir a la especificidad que requiere su lectura, en cuyo comentario necesitamos muchas veces servirnos de su adecuada contextualización. En 1995, tres años después de ser inaugurado el Museo Thyssen-Bornemisa en Madrid, su entonces conservador-jefe, Tomàs Llorens, inició la línea de exposiciones temporales “Contextos de la Colección Permanente”. Se trata de un formato de exposición que ha tenido una continuidad ininterrumpida en los programas del Museo hasta la actualidad y que seguirá editándose en el futuro. Son veintidós las exposiciones de este tipo que se han realizado en el Museo desde entonces. Lo que en 1995 se aportaba como fórmula original ha tenido una capacidad de implantación sobre la que merece la pena reflexionar.
La educación, vehículo que define la comunicación social de los museos
Las cuestiones relacionadas con la dimensión educativa de los museos han pasado de ser un componente menor de la actividad museológica a situarse en un primer plano de actualidad. Los museos son conscientes del alto interés social que despiertan sus colecciones y de que precisamente los programas educativos contribuyen de forma decisiva a facilitar una comunicación productiva entre éstas y sus públicos. Son muchos los museos que han implantado programas educativos propios para responder a esa creciente demanda de la sociedad. En los últimos quince o veinte años se ha vivido una notable transformación en los hábitos de los visitantes de los museos, que emplean cada vez más las guías didácticas, las audioguías y otros recursos de interpretación, como son las visitas guiadas y muy diversas publicaciones. Las exigencias de calidad son muy altas en este campo y plantean a los museos nuevos retos que afrontar.